Hoy los cementerios son visitados por decenas de personas que buscan convivir con sus seres queridos que pasaron a otra vida.
Están muertos pero su forma de reír, llorar, de bailar y de todo lo que ellos eran nunca se perderá, mientras quedé en la memoria de quienes los conocieron.
Hoy tumbas se llenan de vida, las limpian, las pintas y las llenan de flores y de diseños que más les gustaba a sus difuntos, como el de un joven que amaba al equipo "América", ó su equipo era el del "Cruz Azul".
No importa si era rico o pobre, lo importante es que la familia y quienes lo conocieron sigan recordándolos y visitando.
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